miércoles, 24 de septiembre de 2008

Con el culo mirando al norte

Sangran por la herida,
destilan pus y hedores.
Sigan nomas,
escribiendo mariconadas
con sus lapicitos.
Un día de estos,
van a quedar con el culo
mirando al norte.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Las viejas

Las viejas,

con sus mocos blanquecinos,

nos miraban.

Nos espiaban, bah.

Miraban y movían la cabecita,

negando,

y hacían ese ruidito,

/tst, tst, tst/


Hubiera sido mejor,

/mejor para ellas/

si rezáramos rosarios,

pero a nosotros

nos gusta más el pecado,

/a mi ocasionalmente el peScado/


Nunca les gustaron mucho

los poemas que escribíamos

con el lápiz,

la birome,

esas cosas tecnológicas.

Pero les molestaban más,

los poemas primitivos,

/esos que escribíamos con el cuerpo/


Espiaban las viejas,

espiaban y negaban con la cabecita.

Negaban los besos,

los abrazos,

los gemidos.

Negaban los dos cuerpos /desnudos/

el goce,

los roces.

Negaban esas hermosas caras de ella

/esas caras de placer/

mi gesto confundiéndose con el sudor de los dos

todos empapados de nosotros,

y nuestra desesperación,

la desesperación por vivir,

/por vivirnos/

parecíamos violentos de tan desesperados.

Y ellas negaban con la cabecita.


¡Váyanse viejas chusmas!

¿Qué mierda miran?

¿Qué mierda juzgan?

¿Qué mierda niegan?

¡Váyanse!

¡Dejen de mirar!,

¡Cada cual duerme la siesta como puede!

martes, 9 de septiembre de 2008

Flores adentro

Tus palabras,
tienen aroma
a pasto
/y a siesta de verano/

Tus caricias
son tan sinceras
/y dulces/
que me duelen.
Como esas flores
que hiciste crecer
todo adentro mio.

El otoño es hermoso
si lo miro,
cuando me prestas
tus ojos.