Tus palabras,
tienen aroma
a pasto
/y a siesta de verano/
Tus caricias
son tan sinceras
/y dulces/
que me duelen.
Como esas flores
que hiciste crecer
todo adentro mio.
El otoño es hermoso
si lo miro,
cuando me prestas
tus ojos.
martes, 9 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario